El cristianismo también se está radicalizando.
Habla de la necesidad del
diálogo de las civilizaciones, de lograr el entendimiento entre las distintas
culturas, y la necesidad de integrar el mundo espiritual y las diferentes creencias
religiosas en un mundo moderno y global.
Todas las religiones se
radicalizan, incluso las que inicialmente pudieran considerarse más tolerantes,
como el hinduismo. Aun así, las religiones occidentales no impiden el
desarrollo cultural puesto que en Occidente la región se mantiene en el ámbito
privado y carece de poder político. Mientras que en Oriente, el islam se ha
convertido en un poder político que, aun hoy, permite lapidar a una mujer
adúltera. Los gobiernos, constituidos por fanáticos y extremistas religiosos,
se apoyan en el islam para someter al pueblo y establecen leyes basadas en sus
interpretaciones del Corán para prohibirlo todo, poniendo obstáculos a un
desarrollo cultural acorde con el resto del mundo moderno.
Estoy totalmente de acuerdo
con el autor en que es necesario el entendimiento entre las distintas culturas
e integrar la religión en el mundo moderno. Así se evitarían conflictos
sociales, debidos a rivalidades religiosas; y conflictos personales, debidos a
la diferencia entre tradición religiosa y estilo de vida actual.
En mi opinión, es cierto que
para las personas creyentes puede ser complicado compaginar modernismo y
creencia religiosa, pero quizá sean las religiones las que deben hacer un esfuerzo
para adaptarse a la época en la que vivimos, sobre todo teniendo en cuenta que
muchas de las prohibiciones que marca la religión son tradiciones, interpretaciones
que se han hecho en un momento dado y que no han evolucionado.
Respecto a la conversión de
la religión en política en Oriente, pienso que eso es algo que no debemos dejar
que ocurra, porque la religión no debería ir ligada a la política, ya que es
una creencia, una forma de ver el mundo e incluso una forma de vida, pero debe
ser siempre una opción personal y privada.
DARYUSH SHAYEGAN
Daryush Shayegan nació en Teherán
en 1935.
Es uno de los más prominentes
pensadores, teóricos culturales y filósofos comparativos de Irán.
Estudió
en la Universidad
de la Sorbona
en París. Fue profesor de sánscrito y religiones de la India en la Universidad
de Teherán.
Escribió
una novela en francés, (Tierra de espejismo), que ganó el premio ADELF y que fue
otorgado por la Asociación de Autores franceses el 26 de diciembre de 2004. De
acuerdo con el diario persa Aftab, Shayegan es muy conocido en Francia por sus
libros en el campo de la filosofía y el misticismo.
Shayegan,
que estudió con Henry
Corbin en
París, tiene también muchos trabajos pioneros sobre misticismo persa y poesía
mística. Fue director fundador del Centro Iraní para el Estudio de las
Civilizaciones. En 1977, Shayegan inició un simposio internacional sobre el
"diálogo entre civilizaciones", un concepto que ha sido
selectivamente apropiado para el antiguo presidente iraní Mohammad Khatami. En 2009 Shayegan recibió
el premio inaugural Global Dialogue, un premio internacional por los "logros
sobresalientes en la promoción y aplicación de la investigación del valor
intercultural", en reconocimiento a su concepción dialógica de la
subjetividad cultural (para una declaración del comité del premio y una
presentación académica (incluyendo una bibliografía bastante completa) de la
contribución de Shayegan al diálogo intercultural.
Algunas obras de Shayegan son:
- Hindouisme
et Soufisme.
- Qu’est-ce qu’une révolution religieuse? Presses
d’aujourd’hui.
- Les
illusions de l’identité.
- Sous
les ciels du monde.
- Au-delà
du miroir.
El islam, Occidente y la doble intolerancia
El texto habla sobre la intolerancia
entre el mundo islámico y Occidente, un conflicto político y cultural que se
mantiene desde hace siglos.
Algunos extremistas y
poderes políticos, tanto de un lado como de otro, han esteriotipado a
musulmanes y occidentales haciendo cada vez más creciente el rechazo entre
ambas religiones. Tanto en una cultura como en la otra, surge el miedo porque
hay un desconocimiento mutuo de la religión y cultura ajenas, mientras que
prevalece la actitud de gobiernos y voces populares, que de alguna manera, les
interesa fomentar esos prejuicios y miedos, que basan en cuestiones religiosas
y culturales pero que realmente tienen un trasfondo político.
Así, tenemos de un lado la “islamofobia” o miedo a la marea islámica,
y de otro, la “occidentofobia” permanente entre los musulmanes radicales.
Es necesario que se hagan públicos y
notorios ejemplos de convivencia y tolerancia religiosa para acabar con este
conflicto que nada tiene que ver con la verdadera identidad musulmana u
occidental.
En mi opinión, los estereotipos siempre son
peligrosos. Generalizar y creer que una persona es de una forma o de otra, encasillándola
en una opinión general de la religión que tiene o el país en el que ha nacido,
además de peligroso es absurdo. Ni todos los musulmanes son violentos
terroristas, ni todos los católicos son “almas de la caridad”.
Conocer las distintas culturas y religiones,
sus verdaderos principios y creencias, es un paso necesario que facilitará el
diálogo, la paz y la tolerancia.
Creo que para favorecer la convivencia es
necesario dejar de sentir como una amenaza cada expresión cultural del otro,
como por pasa por ejemplo con el hiyab o velo islámico. Si mi compañera de
clase utiliza velo, ¿en qué me afecta a mí?, en nada. Únicamente me indica que
es musulmana, pero no la hace mejor ni peor persona. Podemos ser amigas del
mismo modo que lo soy de muchas otras personas que distintas costumbres y
creencias. Cuando me presentan a alguien me intereso por su nombre, no por su
religión. Y así entiendo que debería ser para todas las personas y nos olvidaríamos
de conflictos.
RAMIN JAHANBEGLOO
Ramin Jahanbegloo (Teherán, 28 de diciembre de 1956), filósofo político iraní, conocido por su posición a favor
de la democracia, la no violencia y la apertura a
Occidente en su país.
Se doctoró en Filosofía en la Universidad de la Sorbona en París y
luego prosiguió sus estudios de posgrado en Harvard.
Es uno de los miembros más influentes del movimiento intelectual iraní. Ha
contribuido de forma significativa a la comprensión de la filosofía occidental
en Irán y
ha escrito en francés, inglés y persa una veintena de libros y numerosos
artículos sobre filosofía occidental y modernidad.
Es uno de los primeros filósofos de Irán que ha comenzado a hablar de las
fuentes filosóficas de la no violencia y
se ha interesado por Gandhi.
En Irán dirige
el Departamento de Estudios Contemporáneos de la Oficina de Investigación
Cultural y ha fundado la revista intelectual Diálogo. Colabora
también en numerosos periódicos en tanto que especialista en la cuestión iraní.
Tras la elección del nuevo presidente islamoconservador Mahmoud Ahmadinejad en junio de 2005, se
posicionó abiertamente contra la política del nuevo gobierno. El 3 de mayo de
2006, fue arrestado por el gobierno iraní y encarcelado en la prisión de Evine, su arresto se justificó «por
razones de seguridad y por espionaje». Cuando realmente el motivo era
haber criticado en enero de 2006 en el periódico "El País" la
toma de posición negacionista del presidente iraní sobre el Holocausto.
El 5 de mayo, la organización Human Rights Watch (Observación de los
Derechos Humanos) expresó sus inquietudes a propósito del arresto de Ramin
Jahanbegloo y pidió su libertad inmediata.
El 11 de mayo, se lanzó una llamada por numerosos intelectuales para pedir
su libertad, libertad que consiguió después de dos años de encarcelamiento.
Ha ganado el premio de la Paz de la Asociación de la Naciones Unidas en
España.
Actualmente es Catedrático de la Universidad de Ciencias Políticas de
Toronto.
Algunas de sus obras son:
· The Clash of Intolerances (2007)
· Talking India: Conversations
with Ashis Nandy (2006)
· Iran: Between Tradition and
Modernity (Global Encounters), 2004
· Gandhi: Aux sources de la
non-violence (Le temps et les mots) 1998
· Phoenix: Conversations with
Isaiah Berlin: Recollections of an Historian of Ideas, 2000